La que en términos judiciales fue llamada la banda de ‘los vampiros’, y cuya denominación motivó sonrisas, es finalmente un tema de absoluta seriedad: la captación ilegal de sangre humana descubierta por la Policía en las calles de Chimichagua (Cesar).

En un populoso sector de esta población del centro-occidente del departamento, la Policía descubrió un vehículo que transportaba 23 unidades del líquido.

En el automotor se desplazaban cuatro personas que pertenecían supuestamente a un hemocentro con sede en el Atlántico, y que se identificaron además como miembros del Banco Nacional de Sangre.

“Venían adelantando la actividad en el casco urbano de esta localidad, sin tener en cuenta la cadena de frío que se requiere en estos casos”, dijeron las autoridades.

Lo que no se estableció fue si la sangre la obtenían por donación voluntaria de la gente, o era comprada a las personas.

“Al contactar a las secretarías de salud, manifestaron no haber concedido permiso para adelantar esta jornada en ese municipio”, informó la Policía del Cesar.

Lo que por lo pronto sí quedó establecido, fue que la captación de sangre en Chimichagua se trató de un proceso ilegal.

“Se incumplieron los protocolos de bioseguridad. Por eso, entregamos las bolsas de sangre para que la empresa encargada del manejo de esos residuos proceda a su incineración”, declaró Erika Maestra Vega, secretaria de Salud departamental en el Cesar.

“Cuando hablamos de procesos de captación de sangre, que debe ser voluntaria, como un gesto de altruismo, nos referimos a procesos confiables y métodos seguros. La sangre incautada no puede utilizarse porque desconocemos cómo estos bancos que vienen de otros departamentos estén desarrollando estos procedimientos”, manifestó por su parte Aida Johana Colorado, coordinadora de Laboratorio de Salud Pública del Cesar- Red de Sangre Departamental.

En el Cesar funcionan tres hemocentros autorizados para este proceso: Hospital Rosario Pumarejo de López, Clínica Laura Daniela y Hemocentro y Unidad de Aféresis.